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Ansiedad y vínculos - El orígen

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  No sé en qué momento exacto me volví esta versión  mía que no tolera la espera, que analiza puntos  suspensivos como si fueran una fecha de vencimiento  borrosa, que quiere certezas sin haber firmado nada,  y que intenta parecer desapegada, pero la emoción se  le escapa por las costuras.  Supongo que es una acumulación de eventos, traumas  y 2 o 3 canciones de amor que me arruinaron el  GPS emocional. Mi infancia fue buena. Incluso feliz. Amor, abrazos, cuidados. Tal vez un poco de “no te subas ahí que te vas a caer” en modo loop, pero todo bien. No tengo reclamos. Solo aprendí a no confiar del todo en mi propio juicio: siempre había un adulto para decirme “por las dudas, no”. Así que crecí con amor, sí, pero también con la sospecha de que la vida era riesgosa... incluso antes de vivirla. A los 15 ya tenía ansiedad, pero bien educadita. Callada. De interior. Como esa humedad que no ves hasta que un día se te cae el techo. Me angustiaba much...

Cuando el silencio no es una respuesta

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  Me enoja. Me confunde. Me frustra. Me da una gracia que no es graciosa, porque es demasiado absurda. Y no hablo del “el que calla, otorga”. Hablo de ese silencio moderno, pasivo-agresivo, supuestamente sutil y elegante, que se usa como respuesta. O como no-respuesta. No respeto el silencio. No lo romantizo. No me parece sensato, ni estratégico, ni válido en todos los casos. A veces, claro, es necesario callar. Cuando el otro dice: “prefiero no hablar más”, lo entiendo, lo acepto. Hay decisión, hay un límite, hay una comunicación. Pero cuando alguien que no conozco, con quien apenas empecé a interactuar, decide dejar de responder como método de cierre… no hay ningún límite ahí. Solo una retirada sin sentido, cobarde, egoísta. No quiero interpretar señales. No soy adivina, ni tengo ganas de jugar al “descifrando intenciones”. La gente que se va sin decir nada a veces piensa que así “no hace drama”. Como si hablar fuera conflictivo por definición. Pero para mí, lo que genera drama e...

No quiero desilusionarte pero...

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                                  (Foto de Infobae) El gran simulacro del amor moderno Siempre pensé que descargar una app de citas iba a ser como abrir la puerta de un bar lleno de desconocidos copados, ansiosos por charlar, salir y, por qué no, enamorarse un poco. Un mercado de vínculos al alcance del pulgar, ideal para quienes tenemos el tiempo justo y poca paciencia. No me extraña, entonces, que en 2024 se proyectara que alrededor de 4,4 millones de argentinos usarían servicios de citas en línea. Pero una cosa es la teoría y otra la práctica. Cuando empecé, lo hice con la solemnidad de quien completa un formulario de adopción: elegí mis fotos con criterio, sin exagerar, mostrando una versión realista pero favorecedora de mí misma. Y en la bio, algo inteligente pero sin esforzarme demasiado, como si la app viniera con un detector de desesperación. Pensé que, con eso, estaba lista para encontrar perso...

DESBALANCE HORMONAL - CANCIONES (? #2

 🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤 El celular me hizo un compilado de fotos con vos. Parecía feliz, no se quien era en esa época pero, tampoco sé quien soy hoy. ¿Sabes qué? Me voy a levantar porque necesito llorar y no es espontáneo. Sólo sale cuando escribo y escucho a Lana y Billie Eilish, en videos subtitulados Dije que estaba bien, hoy lo intenté todo el día hice cosas que no tenía, mandé mensajes.  Busqué reemplazos sin sentido, porque alguien como vos no me sirve mas. Extraño nuestro concepto, el sonido de la radio y no sentirme perdedora. Diría que estoy bien sola, pero hay un hueco en el aire. Qué lejos estábamos, me acuerdo de llorar en la cama y de tu voz llena de preguntas, como si hubiera algo que pudieras hacer. Y yo solo quería estar sola. Quiero escuchar Lana del Rey y que después me llames a comer. Lamento sentarme a la mesa sin cambiar el humor cuando quería hacerlo porque te miraba y moría de amor. Siempre fui así, una tormenta mal ...

DESBALANCE HORMONAL - CANCIONES (? #1

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  INFLAMABLE No me leas. Y si ya lo viste, seguí fingiendo. No tiene sentido lo que dije. Sos bueno y lindo, pero no imagino nada más. Solo frenas las balas de mi insistencia, y por eso te pido perdón. Pero a la distancia en la que estás, soy inofensiva. Necesito que alguien sea mi deseo, aunque no le importe. Y no. No te creo un imbécil. Por eso fuiste para mi el mejor del casting. Hoy sentí más culpa que vergüenza, y sé que debería haber sido al revés. No te gusta el personaje, lo entiendo. Y encima, no vas a ganar nada. Solo en mi egoísmo, sos una pieza funcional. Si pudieras ablandarte, si en lugar de sostener el mundo con los dientes te animaras a hundirte conmigo, podríamos hacer un pacto ridículo, "si te morís, me muero" . Y sacarnos fotos besándonos el cuello, y llegar juntos hasta el final de los tiempos. Pero no. Hacés bien en correr en la dirección contraria. En tratarme con pinzas. Sos inteligente. Estoy inflamable.

Algunas son suicidas

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  A los 18 años, todo se siente más grande, más urgente, más insoportable. El dolor no se filtra, se acumula como agua estancada. No hay herramientas para desarmarlo ni lenguaje suficiente para explicarlo. Este poema nació en ese contexto, cuando el sufrimiento parecía inevitable y la angustia no tenía fronteras definidas. Con el tiempo, con terapia, con crecer y aprender a comunicarme, entendí que la vulnerabilidad no es una condena. Que las emociones intensas pueden desarmarse y no es necesario quedarse atrapado en ellas. Hoy, leo estos versos con cariño por quien fui y con alivio por quien soy. Sin cambiar una sola palabra, los dejo acá como testimonio de una época y de un recorrido. Algunas son suicidas No son todas iguales, algunas son suicidas. Transitan el mismo camino de miles que antes pasaron Dejando restos de sal amotinados en rincones oscuros. A algunas las consume el cansancio, O se absorben en la sequedad de pieles olvidadas, O se ahogan en el choque y explotan en cor...

Abrazar las alternativas

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Ayer falté al trabajo por ansiedad. No es novedad, tengo Trastorno de Ansiedad Generalizada y vengo de meses complicados: me separé, perdí dos trabajos y me quedé solo con el de la radio, donde lo que gano dura menos que un cubito de hielo en el desierto. El alquiler en Buenos Aires subió un 200% en un año , la canasta básica ya está en 596 mil pesos , y mi sueldo apenas llega a la mitad de eso. Spoiler: me siguen bancando mis viejos. Y no es que sea un caso aislado, el 50% de los jóvenes entre 18 y 35 años dependen económicamente de su familia . Básicamente, un país de adultos mantenido porque trabajar ya no alcanza. Frente a esto, intento no colapsar. Escribo, salgo a caminar, me repito mantras tipo “todo pasa” mientras veo la yerba aumentarse a sí misma en la góndola. Trato de aceptar lo que venga: que me gusten personas que no me dan bola, que quizás tenga que volver al sur y que la independencia económica es un concepto teórico. Me puse un plazo para la búsqueda laboral. Si no enc...